viernes, 19 de febrero de 2010

La Sexadora de pollos: El gusto a distancia

Queridas petardas todas

Tengo que contaros lo último que cayó en mis manos. El sábado, después de cenar en casa de la del quinto con sus amigas inglesas, nos fuimos de parranda a una sala de fiestas de lo más ochentera. Había cualquier espécimen que os podáis imaginar. Y no por ser carnaval. Es algo habitual en la sala, creedme. Y yo inocente (Siempre) pensé que mis canarias estarían encantadas de pasar de nuevo desapercibidas.

La cuestión es que la del quinto había ultimado las compras de rebajas en el sexshop del barrio y adivinar que eligió entre tanto producto selecto: El vibrador inalámbrico. Se trata de un pequeño huevo vibrador con un mando a distancia. Está fabricado en plástico deslizante (O eso se supone, porque viéndolo...), especial para la penetración vaginal (Ahora bien, cada cual que disfrute como pueda, mírala ella...), y que como siempre os digo, debéis introducir lubricado. Tiene un alcance 10 metros y unas dimensiones que a más de una os dejará, cómo la que oye llover: 5'50 x 3'50cm.


La gracia de todo esto fue que lo compró con la excusa de San Valentín. Ella decía que el regalo era para Paolo (El italiano al que le calienta el cannelloni). Ella con el huevo y él con el mando. Había que verle la cara... Eso no se cuenta con palabras.

La idea de la del quinto me pareció de lo más acertada. Es bueno de vez en cuando, compartir experiencias de este tipo con tu pareja. Son divertidas, económicas (Unos 30 eurillos) y para pasar un buen rato, nos vienen caídas del cielo; a unas, más que a otras, claro. Paolo desde luego no puso pegas al regalo, y es que creo que después jugaron al contrario, pero eso ya no me lo contó. Intentaré sonsacar para nuestro próximo post.

De nuevo os invito a que nos contéis que otros regalos de San Valentín os cayeron entre manos, siempre en el tono picante del que hablamos, ¿Eh, queridas? Que hay que explicarlo todo. Nada nos importa saber si tuviste calcetines a rayas. Céntrate y cuéntanos

Y como siempre os digo: Sed malas y si gritáis que sea de gusto.

Para comentar algo íntimo ya sabes: Platina@cupidoandaperdido.com y los comentarios del post

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En resumen: Agradecido y emocionado que diría Lina.