miércoles, 31 de marzo de 2010

ChaiseLonge: María Sirvent y "Si supieras que nunca he estado en Londres, volverías de Tokio"

El pasado 25 de Marzo de 2010, María Sirvent (1980) presentó en Madrid en el Hotel Kafka su primera obra “Si supieras que nunca he estado en Londres, volverías de Tokio”. Una obra editada por El Aleph y apadrinada por Ray Loriga.

Con esta novela la autora nos presenta a Ágata. Una oficinista madrileña que desea comunicar sin éxito a su ex-pareja lo que le ocurre en la vida y la sensación frustrada que le genera no ser despedida de un trabajo que odia. Sin duda, es un relato divertido a rabiar. Que sin llegar a la mofa del personaje, presenta también el desamor de las relaciones fracasadas y absurdas de la protagonista, dejándonos ver que ella misma sabotea sus metas y que realmente no merece más amor del que recibe.

Ray apuntó en varias ocasiones lo excepcional de la novela. El tono de su trabajo y conseguir esa voz transparente desvela el mucho talento que tiene María, y es que consigue mostrar una lectura ligera ocultando el gran esfuerzo que conlleva realizarla. Esa voz siendo natural y cercana nos relaciona directamente con la protagonista. Tiene apariencia de normalidad. Y es que en boca de Ray:

“La vida muchas veces es así, y alguien tiene que contarla.

María Sirvent tiene talento para hacerlo”.

La opera prima de esta joven escritora jienense ha llevado dos años de esfuerzo hasta verla terminada. Es una novela independiente, y que sin estar regida por modas es apta para todos los públicos. María comentaba que tras la experiencia de publicar, ahora siente más responsabilidad al escribir. Y que además de dedicarse profesionalmente al Marketing y la comunicación pretende a corto plazo profundizar en el mundo literario.

Tras conocer al personaje, María Sirvent comentó que ha aprendido de ella que las cosas en la vida no son tan difíciles y que en algunos momentos sabe lo que es compartir con ella esas sensaciones tan íntimas que no se pueden desvelar a nadie. Pues en un primer momento no surgió como un retrato generacional, pero que viéndola de cerca, posiblemente compartan más de lo que pensaba.

La rapidez con que se personaliza a Ágata haciéndonos partícipes de su vida, nuestra vida, aporta a Si supieras que nunca he estado en Londres, volverías de Tokio un toque fantástico que sólo los grandes escritores pueden dar a las obras de arte

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