lunes, 18 de noviembre de 2013

Nutricióname: Días 11 y 12 de Vagano

A pesar de que no paso hambre, me siento como Edward Cullen alimentándose únicamente de animales en lugar de humanos (Para los no seguidores de la saga Crepúsculo, es un "Vampiro bueno" que no mata personas). 

He tenido momentos de flaqueza, debo reconocerlo. Más en las salidas fuera de casa que en mi controlado ambiente. Limita tanto la vida social cuando estás en un entorno que no comparte tu alimentación que, prácticamente no puedo hacer nada. He caído en la conclusión también de que si conviviese con alguien no habría más remedio que forzar a que comiese lo mismo que yo o no sería viable. Primero por el tiempo y espacio para conservar todos los ingredientes de cada uno (Mi casa no es un palacete... de momento), y segundo porque mi convicción no es tan fuerte y desde hace un par de días solo pienso en hacerme una hamburguesa grasienta, cubrirla de queso, ponerle sobrasada frita y ¡pa' dentro!

Últimamente me encuentro flojo, tengo mucho sueño y no consigo concentrarme. Es algo a lo que no le había prestado mucha atención, pero creo que sí está relacionado con la comida que tomo. Yo en periodos de exámenes y situaciones donde tengo que estar muy concentrado, intento no ponerme restricciones en la dieta. Tampoco me cebo, pero no tener la preocupación de la comida rondando, me ayuda a focalizar mis ideas. Creo que en parte esta dispersión viene derivada de la alimentación que estoy llevando. Y en cuanto al sueño no sabría decir, pero estoy bastante más cansado que hace un par de semanas.

El menú del día 11 para desayunar tomé bizcocho con zumo de naranja. Casi después un plato de calabacín al microondas con tomate y soja texturizada (¡Gran descubrimiento!) y unas patatillas que me quedaban de bolsa. Y al llegar a casa después del trabajo, más tarde de las 11, me daba tanta pereza preparar nada que cené 3 tostadas de pan con margarina y un trozo de bizcocho con compota. Un vaso de pepsi light sin cafeína y un vaso de zumo de naranja como postre con el bizcocho. Como veis, me creatividad culinaria muchas veces se ve resentida.

Y para el menú del día 12: Anacardos y nueces nada más levantarme y un poco de zumo. A pesar de ser domingo hemos tenido reunión de trabajo y tenía que dejarme hecha la comida porque igual surgía reunirnos en algún sitio. Al final he comido en casa y hoy si he innovado. Gazpacho manchego viudo de carne para comer, y en la cena una ensalada de tomate con frutos secos y picatostes de primero, y de segundo un plato de verduras (coliflor, brócoli y zanahoria) al vapor. Y no me apetecía fruta fría de postre con este tiempo y como no tengo muchas más opciones por casa: bizcocho con algo de chocolate y un poco de compota. 

Aunque yo pongo muchas veces lo de bizcocho, no penséis que me cebo tanto. El tamaño de bizcocho que hago es de un plato y me dura cerca de una semana. Es verdad que como muchas veces, pero son raciones normales, además no lleva mucha azúcar por lo que no me siento culpable.


Para los que no lo conozcáis, el gazpacho manchego es una torta que se vende en casi todos los supermercados (Yo la he comprado en Mercadona), es muy barata, como unos 50 céntimos el paquete y con uno tenéis para dos personas. Y resulta muy atractivo al cocinarlo. En las instrucciones de consumo pone que se puede sustituir al arroz por torta cenceña y así tener platos nuevos. Yo lo voy a meter también en mis nuevos ingredientes de consumo diario. Son fáciles de hacer (más abajo os dejo la receta), sabrosos, sanos y encima son económicos. ¿Podemos perdir algo más?


GAZPACHOS MANCHEGOS VIUDOS:
1 cebolla grande
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
 2 dientes de ajo
1 ñora
3 hojitas de laurel
Sal y pimienta
AOVE
Pimentón picante
1 bote de tomate triturado (el mío además también llevaba cebolla)
Agua
Pasta de gazpacho

Ponemos abundante aceite y sofreímos la ñora, que más tarde picaremos en el mortero con la sal y un  par de dientes de ajo y retiramos.
Sofreimos las verduras bien picaditas hasta que se haga transparente la cebolla y entonces añadimos el tomate y las hojitas de laurel.
Especiamos al gusto, añadimos la ñora y dejamos cocer hasta que esté todo bien cocinado (Esta fritura la podemos guardar para hacer los gazpachos en otro momento o incluso para hacer otros platos: pasta, arroces...)
Y para cocer el gazpacho. añadimos a una sartén AOVE, la fritada de verdura y abundante agua caliente y dejamos que cocine todo un rato. Cuando ya está hirviendo añadimos la pasta de gazpacho y rectificamos de agua y sal si fuera necesario.
Removemos de vez en cuando y en unos 15 minutos tendremos listo nuestro gazpacho viudo.  

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