miércoles, 27 de mayo de 2009

23 de Mayo de 2009: Sonia, la estrella de la noche

Hola gente
Amanece el día y tenemos cita en el Mokachino, un café restaurante donde aguarda Eva para desayunar de lujo con nosotros. Entre risas nos trajeron unos desayunos continentales dignos del más rico jeque y así coger fuerzas para afrontar el día con ánimo. Eva tenía clase de cardiobox en el gimnasio y no podría acompañarnos en nuestra visita a la mezquita de Casablanca pero nosotros a ella sí, y así conocer al que es el entrenador personal de las chicas.
Fuimos dando un paseo hasta la mezquita y así de paso aprovechar para conocer la ciudad un poco. Nos hicimos el book fotográfico de rigor en la zona y después Mari se quedó tomando el sol porque ella ya la había visto, y Helen, Sonia y yo pagamos lo que hasta el momento era lo más caro, la entrada a la Mezquita con una visita guiada en español, 6 euros, que tal cual está todo aquí es bastante caro, pero ya que estábamos, no podíamos irnos sin verla por dentro. Sinceramente me gustó mucho, es una arquitectura genial y aunque no podamos entender muchas cosas que nos contaban en cuanto al funcionamiento de todo debido a su cultura tan dispar a la nuestra, fue enriquecedor.
Cuando llevas escrito en la cara turista, aquí aprovechan la mínima para timarte, y a la vuelta a casa para comer Sonia y Helen lo sufrieron de nuevo en sus carnes, (Yo creo que es Helen la que provoca esto, y sino… ¿Por qué siempre está ella en el ajo?), pero como es tan fácil bajarse del taxi y largarte, tampoco llegó a mayores y la cosa quedó en anécdota sin más.
Comimos en casa con Eva, unos bocadillos de merguez y lo que todavía quedaba de las pastelas y nos fuimos a la fiesta de Pepe unas calles más abajo para reunirnos con toda la panda que estaba allí desde hacía rato. Pasamos la tarde bebiendo, hablando y jugando al SingerStar. La verdad que lo pasamos muy bien, porque el anfitrión sabe dar una buena fiesta sin escatimar en nada. Cenamos comida a domicilio del Chico’s; un restaurante tipo Foster’s que sirve muy rápido y así no perder mas tiempo en ir a la fiesta en la villa de la playa a la que también estábamos invitados.
Por la tarde las chicas alquilaron coches porque para poder llegar hasta la casa de los franceses en la playa en la que celebraban una fiesta española en nuestro honor ¡Otro pacruar total! Y ahí estaba por llegar lo mejor.
Como ya os he dicho, aquí la conducción es sin ley ninguna, o sea que imaginar el miedo que pasamos, porque perfectamente hay gente cruzando a pie la autovía a mitad de noche y sin luz, que te encuentras a unos Huyas (fonéticamente “jullas” qué significa como para nosotros el: “Brother” de los negros del Bronx) que pretenden atracarnos mientras vamos dentro del coche en marcha. Esto si que fue pero un pacruar de los que no se olvidan.
Conseguimos llegar a la fiesta vivos contra todo pronostico, y nada más entrar, visita de las chicas al excusado jajaja con la fatalidad de qué la puerta se atrancó dejando a Sonia encerrada. Pero ahí no queda todo, se estropeó el pomo de la puerta y la única manera de salir era o arrancar la puerta (Cosa que se hubiera hecho en último caso), o salir por una pequeña ventana de ventilación que daba a otro inodoro y qué se encontraba en la parte más alta del techo. Así que sin más remedio Sonia tuvo que dejarse ver cual famosa saliendo por la puerta trasera de Casa Lucio, y digo esto porque se convirtió en un acontecimiento lleno de flashes, fue asomar la cabeza y los franchutes empezaron a hacer fotos como locos de lo que ocurría (Y nosotros tenemos alguna también como prueba :-D)
En fin, una noche con mucho movimiento, vamos a llamarlo así. Y dado que la fiesta no era lo que todos esperábamos, tampoco tardamos en irnos a dormir para aprovechar al día siguiente y pasar el día en una ciudad cercana.
Mil besos

1 comentario:

  1. Sólo un apunte. Esa salida del cuarto de baño (escalada con tacones incluida), fue lo más divertido de la fiesta. Y el vestido de seda y las medias intactos; lección de glamur?
    jajajajaja
    modestia a parte

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Ya sabes que aquí puedes expresar lo que quieras. Espero que lo hagas siguiendo unas normas cívicas y lo que sí me gustaría es que te identificaras o firmaras con un pseudónimo familiar al menos.
Gracias por participar.
Leo entusiasmado todos los comentarios que recibo y me ilusiono como un niño cuando veo que os despierta algo lo que comparto con vosotros.
En resumen: Agradecido y emocionado que diría Lina.