viernes, 8 de noviembre de 2013

Nutricióname: Día 2 de Vegano

Ayer no pude poner el post por la noche como tocaba porque tuve cena con Álvaro y Tanya. Hacía tiempo que nos les veía y quedamos para que fueran partícipes también de la aventura que hoy os cuento. El caso es que la cena se alargó y ya no tuve ganas de ponerme a escribir, pero aquí estoy.

El día empezó desayunando un plátano nada más y hasta la hora de comer ya no tomé nada porque no me apetecía. Realmente me encuentro muy vital de energía, pero claro... llevo dos días. A la hora de la comida una maxi ensalada de lechuga, tomate, pasas, almendras, picatostes, semillas de lino y anacardos y todo regado con un poco de salmorejo. Así es una manera más sana de añadirle salsas a las comidas sin sumar demasiadas calorías. Tomé algo de hidratos con el pan y los garbanzos del humus con el que acompañe la comida.


Por la tarde estuve estudiando así que no pude salir a caminar. Se me echó la hora encima y no calculé bien. Me fui a por el cous cous que me faltaba para la cena y me puse a prepararla. Tardé como 2 horas en hacerlo todo, y es que una de las cosas que menos me gusta es que para hacer cualquier cosa vegana se tarda muchísimo y son cosas extremadamente elaboradas para lo poco que lucen luego. 

He seguido leyendo cosas sobre la dieta vegana y cómo lo viven quienes se rigen por ella. Una particularidad que saco en claro a día 2 es que la dieta vegana no es un concepto de alimentación si no una consecuencia de una creencia y un estilo de vida. 

En todas las páginas en las que me meto se utiliza la expresión de una receta para exponer otras muchas creencias y eso me resulta bastante desagradable. Es más, en algunos foros he llegado a leer como se refieren a las personas que consumen carne y derivados como "Carnacas" a modo despectivo. Incluso una persona como yo que realiza la dieta vegana (independientemente del tiempo de mi experimento) no sería bien considerado por aceptar abiertamente que haya gente que disfrute con el consumo de una dieta no vegetariana. Por lo que resulta algo sectario este punto.

Todavía no he podido ir a los supermercados especializados, pero hoy libro y lo mismo me dejo caer por el centro de Murcia y doy un paseo por las tiendas que me han recomendado para daros mi opinión sobre ellas.

Dejando a un lado esas experiencias anexas a la nutrición, os dejo la foto del menú que tuvimos para degustar por la noche:


Para aquellos más curiosos que les gusta descifrar todo el enigma de las cartas del restaurante os lo explico llanamente: 
  • Remix verde = Ensalada completa
  • Cous cous sexy = cous cous de cebolla y calabacín con canela y picante
  • Sukini relleno = Calabacines rellenos
  • Peras nevadas = Peras peladas coronadas con yogur de soja y maracuya con virutas de chocolate

Puse de entrantes la sobrasada vegana que resultó ser el éxito más asombroso y también un clásico, el humus. Y por descontado, pan de semillas integrales, llamado por el propio supermercado donde lo compré: Pan campeón del mundo.

Y como receta de hoy os dejo una inspiración y creación propia que surgió por ganas de usar la manga pastelera meramente. Desde que no como huevos los bizcochos caseros han quedado abandonados en el olvido pero la patata cumple con éxito la función.


CALABACUPCAKES
Ingredientes para 3 personas:
2 calabacines gordos para que podamos vaciarlos y rellenarlos luego
3 patatas grandecitas
Romero
Veganesa
Un par de Ajos
Margarina vegetal
Pimentón (a mí personalmente me gusta picante, pero depende de los comensales)
1 lata de champiñones laminados
Sal 
AOVE (aceite de oliva virgen extra)

Ponemos en la parte baja de una olla con recipiente al vapor las patatas cortadas en gajos en abundante agua con el romero , los ajos y un poco de sal. En el recipiente al vapor ponemos los calabacines  ya cortados y vaciados previamente para que se cuezan con el aroma del romero de las patatas. Los rociamos con sal y un chorrito de AOVE.
En una sartén aparte salteamos los champiñones muy finamente picados para que no atasquen la manga pastelera cuando vayamos a decorar con el puré de relleno. Añadimos el pimentón y dejamos que pochen. Cuando esté todo hecho lo retiramos del fuego y dejamos templar los calabacines mientras hacemos el puré. Machacamos las patatas en un cuenco con margarina, un poquito de romero, veganesa y los champiñones con el pimentón. 
Metemos en la manga pastelera y decoramos rellenando en forma de cupcake el calabacín.
¡Et voilà!


Los comentarios fueron muy positivos, pero espero que si los hacéis me deis los vuestros.

¡Seguimos con el plan!

2 comentarios:

  1. Si, yo lo que he compartido con véganos estrictos es que es una forma de vida, de ver las cosas y de actuar. La comida sólo es una rutina de ese comportamiento. Muy noble a priori, pero como te ha pasado a ti, enseguida vinieron las lecciones morales. Ya no sólo con la comida, sino con celebraciones, vestimenta etc.
    En cuanto les haces reflexionar por el transporte que usan, el colchón en el que duermen o las personas que sufren o son explotadas para coser sus Levis o ensamblar sus gafas de pasta, ya la cosa cambia y ya "no es lo mismo".
    Es genial la gente que se va a sus comunidades alejadas del consumismo y se dedican a vivir y recolectar sin ayuda de nada más que sus recursos naturales, pero me temo que en la mayoría de casos hablamos de gente que vive una moda más que una ideología.
    A mi todo eso me daría igual si como digo, no me comieran la cabeza cada vez que he conversado con uno.
    Con respecto a la cena, estupenda, riquísimo, en especial la "sobrasada" :D.
    Habrá que repetir.

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    Respuestas
    1. Sí amigo. La ley del embudo se estila en más de un sitio por desgracia. Y la intolerancia el ser humano la lleva intrínseca a si mismo.
      Yo por mi parte intento aprender de cara a un futuro profesional ventajas y desventajas de esta metodología de vida. No está resultando nada fácil, pero creo que lo voy a poder conseguir. Es más, algunas de las cosas que he aprendido por ahora las pienso poner en práctica mucho más seguro.
      Lo de repetir... te propongo unas papas al horno gratinadas con boloñesa vegana. ¿Te atreves?
      Te voy a dejar boquiabierto

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Ya sabes que aquí puedes expresar lo que quieras. Espero que lo hagas siguiendo unas normas cívicas y lo que sí me gustaría es que te identificaras o firmaras con un pseudónimo familiar al menos.
Gracias por participar.
Leo entusiasmado todos los comentarios que recibo y me ilusiono como un niño cuando veo que os despierta algo lo que comparto con vosotros.
En resumen: Agradecido y emocionado que diría Lina.